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Receta de salsa barbacoa para costillas

receta de salsa barbacoa para costillas

Cuando alguien piensa en una Buena salsa que sirva para acompañar a unas costillas… ¿cuál viene a la cabeza? ¡Por supuesto la salsa barbacoa! Y te vamos a enseñar a prepararla paso a paso.

Una salsa con mucha historia

La salsa barbacoa es una de las salsas más antiguas del mundo gastronómico, ni más ni menos que con 500 años de historia.  Al principio se cocinaba a base de vinagre y pimienta, pero tras la llegada de los inmigrantes de origen francés y alemán, la mostaza de convirtió en uno de los ingredientes principales.

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Es muy utilizada para adobar la carne, especialmente las costillas. Una receta muy antigua, pero cualquier cocinero puede preparar en casa con un poco de tiempo.

Ingredientes

¿Piensas preparar unas buenas costillas para las visitas? ¡Haz una estupenda salsa gracias a nuestra receta de salsa barbacoa para costillas casera!

  • 1 cucharada de zumo de naranja
  • 2 cucharadas de azúcar de moreno fino
  • 4 cucharadas de mantequilla sin sal
  • 1 pimiento picante
  • 1 cebolla mediana rallada
  • 1 taza de whisky (unos 240 ml)
  • ½ taza de tomate frito
  • ½ taza de vinagre de sidra
  • ½ taza de zumo de limón
  • 80 ml. de mil
  • 80 ml. de salsa Worcestershire
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta

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Preparación de salsa barbacoa para costillas

Preparar una salsa barbacoa para cocinar costillas no es nada complicado. Solo sigue estos pasos y la tendrás en un momento:

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  1. Calienta, en una olla de tamaño medio con el fuego a media potencia, 4 cucharadas de mantequilla sin sal (unos 60 gramos) junto con un buen chorrito de aceite de oliva. Remueve para ayudar a que la mantequilla se deshaga bien.
  2. Al ver que la mantequilla queda bien derretida, agrega el pimiento picado, bien picado, junto con la cebolla rallada (si no quieres que te lloren los ojos puedes lavarla antes de rallarla). Remueve con un cucharon de madera, lentamente, por unos tres minutos.
  3. Aparta la olla del fuego para agregarle la taza de whisky. Entonces vuelve a ponerla al fuego, pero esta vez a medio-alto. Espera hasta que hierva y cuenta 5 minutos. Durante este tiempo el alcohol se irá evaporando lentamente.
  4. Procede a agregar el tomate frito (si no tienes puedes usar kétchup), los zumos de limón y naranja. Mezcla todo un poco y seguidamente añade el vinagre, la salsa Worcestershire, la miel y el azúcar moreno.
  5. De nuevo mezcla todo bien y deja que todo se cocine, a fuego medio-bajo, durante unos 10 minutos. Bate un poco la mezcla con el cucharon para que no se quede pegada.
  6. Pasados los 10 minutos ha llegado el momento de probarla. Si está algo sosa, agrega un poco más de sal. Es en este punto cuando debes añadir la pimienta para que sea un poco más picante.
  7. Espera otros 10-15 minutos, para que se reduzca un poco más y gane espesor. ¡Y ya la tendrás lista para tus costillas!

¿Cómo se le puede sacar el máximo partido a la salsa barbacoa para costillas?

¿No se te ocurre como sacarle partido a la salsa barbacoa para preparar las costillas? Bueno, todo depende como las quieras preparar.

Uno de los métodos tradicionales es adobar las costillas con la salsa barbacoa, junto con un poco de ajo y otros ingredientes, y dejarlas reposar durante una media hora para que se adhiera bien a la carne. Una buena técnica, especialmente si las vas a cocinar en barbacoa de carbón o al horno.

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Pero también puedes seguir el procedimiento habitual y untar las costillas cuando ya estén listas. Es cierto que la salsa no se queda tan pegada a la carne, pero aun así esta acoge el sabor y queda una mezcla deliciosa.

Recuerda que, una vez que la salsa barbacoa está lista, para guardarla en el frigorífico tendrá que estar cubierta con un poco de papel de film. No tardes más de una semana en usarla, o se estropeará. Aunque si tienes un bote, de sellado al vacío, o un viejo bote de kétchup, lo puedes aprovechar para almacenarla.