Una de las partes más importantes que mantener de la barbacoa es la parrilla. A fin de cuentas, es la que está expuesta al fuego, la grasa y otros elementos que la van deteriorando con el paso del tiempo.
¿No sabes como realizarle un buen mantenimiento a tu parrilla? ¡Te lo vamos a explicar todo paso a paso!
Una parrilla, ¿cada cuánto debe limpiarse?
El mantenimiento de la parrilla es importante, por ello se debe hacer una limpieza rápida después de cada uso, aunque ello implique tardar un poco más en sentarse en la mesa con los invitados.
Luego, cada tres o cuatro meses, hay que realizarle una limpieza general, para mantenerla en buen estado. Es recomendable no descuidarla, o la parrilla podría oxidarse y echarse a perder.
Cómo limpiar la parrilla de tu barbacoa
Comencemos con lo que sería la limpieza general de la parrilla. Generalmente, en las instrucciones te indican el mejor modo de limpiarla. Si las tiraste, anótate estos pasos.
Materiales que vas a necesitar
- Unos guantes resistentes al calor
- Aceite
- Mantequilla
- Papel de aluminio o periódico
Pasos a seguir
- Cuando la parrilla no esté tan caliente, aplica una capa fina de mantequilla sobre las rejillas y enciende el fuego, como si fueses a cocinar.
- Al tener ya las brasas, aplica un poco de aceite con la mantequilla, cubriendo toda la superficie con sumo cuidado para no quemarte. Lo mejor es que uses unos guantes que resistan el calor.
- Apaga el fuego y procede a limpiar las rejillas con papel de aluminio o utilizando un cepillo de cerdas de acero, o de alambre. Esto ayudará a retirar los restos de comida que se hayan podido pegar.
- Observa bien tu parrilla para retirar todos los restos de ceniza que hayan podido quedarse pegados en la parrilla y ponla sobre una mesa, con algo debajo para no mancharla.
- Con un paño, o una toalla vieja, seca la parrilla y cubre con una lona para mantenerla en buen estado hasta que tengas que volver a usarla.
¿Alguna otra forma de limpiarla?
Esto que vamos a explicar a continuación solo sirve cuando la parrilla no está demasiado sucia. Si le realizas un buen mantenimiento después de cada uso, podrás aplicar esto a la parrilla de tu barbacoa:
- Separa la parrilla de la barbacoa y remójala en un barreño con agua muy caliente, que haya estado casi hirviendo. Esto hará que la grasa y el aceite se desprenda de las rejillas.
- Ponte unos guantes que puedan soportar el calor y usa un cepillo de cerdas metálicas para limpiar bien cada zona de la rejilla con sumo cuidado.
- Tras haberlo retirado todo, sumerge la rejilla en otro barreño, esta vez de agua más templada, para que se terminen de retirar los restos de grasa y aceite.
- Por último, seca con un paño y deja secar al aire libre durante una media hora. Ese tiempo lo puedes dedicar a limpiar la barbacoa.
Mi parrilla está muy sucia, ¿cómo la limpio?
¿Es posible que hayas descuidado el mantenimiento de la parrilla y ahora esté muy sucia? En ese caso, vas a tener que hacerle una limpieza a fondo.
¿Qué es lo que debes hacer?
Puedes recurrir a los spray, o líquidos, que se utilizan para limpiar el horno. Solo tienes que aplicarlo sobre la parrilla y dejar actuar por la noche. Al día siguiente, pasa un paño para quitar la suciedad.
Seguidamente, dale una pasada con un cepillo de alambre, para fregar los restos que hayan podido quedarse pegados a la parrilla.
La parrilla está oxidada, ¿la puedo limpiar para dejarla como nueva?
Si la parrilla tiene óxido no significa que tengas que tirarla. Todo lo contrario, la puedes limpiar para dejarla como nueva, siguiendo estos pasos:
- Lo primero de todo será retirar la grasa y el óxido de la parrilla. Para ello, tendrás que calentar la parrilla para que se queme la grasa restante. Luego déjala enfriar.
- Ya estando fría y más manejable, empieza a limpiar usando un cepillo con cerdas de acero para remover todos los restos de óxido, con cuidado por el desprendimiento de cerdas. Mejor si la parrilla está desmontada y trabajas con ella en una mesa.
- Habiendo dado una buena pasada con el cepillo, procede a rociar las rejillas con vinagre, con esto será más fácil retirar el óxido utilizando un trapo húmedo.
- A continuación aplica una capa de bicarbonato de sodio sobre todas las rejillas, dejándola expuesta al calor. Después, deja que se enfríe y limpia con otro trapo.
Otros trucos para limpiar una parrilla
Existen muchos trucos caseros para limpiar una parrilla que esté sucia. Algunos te pueden servir para hacer una limpieza general y otros para cuando la parrilla está muy sucia. ¡Deberías apuntártelos!
Usa cebolla
La cebolla tiene muchas propiedades, y entre otras cosas, también sirve para poder limpiar una parrilla. Corta varias cebollas por la mitad y restriégalas por la superficie de la parrilla.
El jugo de la cebolla ayuda a retirar el éxito y los restos de los alimentos que se hayan podido quedar pegados. Luego solo tienes que pasar un cepillo y un trapo húmedo y tendrás tu parrilla bien limpia.
Bicarbonato de sodio
Esto solo debes usarlo en el caso de que la parrilla esté muy sucia. Debes esparcir el bicarbonato de sodio por la parrilla y colocarla al sol.
Deja varias horas que el sol dé a la parrilla y el bicarbonato de sodio ayudará a que el óxido y los restos de los alimentos se despeguen de la parrilla. Al pasar el tiempo, con un trapo limpia bien la parrilla. No la sumerjas en agua. Es mejor pasar un trapo rejilla a rejilla para limpiarla.
Otra opción es usar una media patata, como si fuera una esponja, para esparcir el bicarbonato de sodio por la barbacoa.
Piedra pómez
No te preocupes, que la parrilla no se va a echar a perder porque utilices una piedra pómez para limpiarla. Este pequeño truco casero debes aplicarlo, únicamente, si la parrilla está muy sucia.
Tras haberle dado una pasada a la parrilla con jabón y detergente, pasa la piedra pómez con sumo cuidado por las rejillas. Lava de nuevo la parrilla y dale otra pasada. Así hasta que quede bien limpia.
¿Cómo mantener la parrilla en buen estado?
Es importante que la parrilla esté en buen estado si quieres que los alimentos tengan buen sabor. Por ello, es recomendable que sigas nuestros consejos:
- ¿Usar sal o no? Es una cuestión difícil. La sal, al quemarse, libera agua, y esto hace que los alimentos que se cocinan en una barbacoa suden. Con ello, la grasa se queda pegada en la parrilla. Puedes usar sal para darle buen sabor a los alimentos, siempre y cuando luego vayas a limpiar la parrilla y las brasas de inmediato. Porque sino, te costará mucho limpiar la parrilla.
- En lugar de recurrir al combustible líquido, utiliza otros métodos para encender tu barbacoa. Estos también afectan al estado de tu barbacoa.
- Intenta cocinar los alimentos con fuego indirecto. De este modo la comida no se quedará tan pegada a las rejillas de la parrilla y no tendrás tantos problemas para limpiarla.
- Lubrica la parrilla con un poco de aceite o de mantequilla antes de usarla. Así impedirás que los ingredientes se peguen a la parrilla, y la limpieza posterior será más sencilla.
- Aprovecha cuando la parrilla está aún caliente para hacerle una limpieza rápida, especialmente de los restos de óxido o comida. Es algo que no debes retrasar, aunque tengas que tardar un poco más en sentarte a la mesa a comer.
- Cuando no estés utilizando la barbacoa, lo más recomendable sería que pusieras la barbacoa o tu parrilla bajo una lona. Así, quedará bien protegida de los cambios ambientales y no se oxidará por la humedad.